13 enero 2011

Apagar la llama

Dos ojos pegados a un cristal
aunados en una sola masa vítrea
sólo uno entonces pero doble condensado

y qué llantos
qué lejano el doblar de las córneas
qué mirar tan intenso
qué fijación
qué detalle en su captar los colores
qué gamas
qué finura

Dos pegados a un cristal
pero dos son los cristales

Multiplica entonces y resulta
una doble cantidad de ojos
en una doble masa vítrea

qué lejano y doble el doblar de las córneas
qué doble intensidad de la mirada
qué doble fijación
qué doble detalle en la doble captación de los colores
qué doble número de gamas
qué doble finura

Doble sí
pero sin doblez
sin doblegarse

Doblarse sí
sí estirar las pupilas y enredarlas en la luna
empapar con humores los cráteres
anegarlos
sin negarlos
sino afirmándolos
y lanzarse de un vistazo doble al firmamento
para apagar las estrellas con una doble lágrima
hasta que hierva el nervio del ojo y despiertes
del sueño sudoroso

Ya despierto
vete al baño
lávate la cara
mírate al espejo
sonríe
estírate los labios hasta enmarcar tus dientes
o grita
desgárrate el rostro hasta sacar tus ojos
con los poros de tu cara ya inundados por el agua
toca las bombillas y quémate la mano
no pretendas apagar la llama con la carne de tu cuerpo
y empieza un nuevo día
pero afínate la vista
dobla tu mirada
afílate los ojos
revísate la vida

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